Como el pasado sábado me fui a dar una vuelta por lo de los anti-sistema estoy con el revolucionario algo subido(con el ácido úrico también, pero eso es otra historia). Esta alteración del metabolismo ideológico me lleva a cohonestar lo que me suena de lo que otro está viendo en televisión (que es lo de Rubalcaba) con el radicalismo subversivo del artículo 6 del texto constitucional, precepto donde se dice que la estructura interna y el funcionamiento de los partidos políticos debe ser democrático. La cuestión es si lo de Rubalcaba puede ubicarse dentro de una estructura interna y un funcionamiento democrático. Pues ¿que hay de democrático en designar a un tio como tu sucesor como si el cargo que ocupas fuese un título que ostentas por derecho divino? Ni los monarcas ni los médicos de APD designan actualmente a sus sucesores y así por ejemplo y con relación a los primeros (no tratamos de los segundos pues la clase médica es menos susceptible a la crítica que la institución de la Corona) las reglas para designar a un sucesor o Príncipe son reglas determinadas en el derecho positivo no por la voluntad del monarca. ¿Sucede igual en el PSOE - o el PP, o IU,... - ? Pues no, hijos mios, pues no. Allí la gente quita y pone a quien les da la santísima gana.

En cierto sentido podemos decir que lo de la democracia en el PSOE guarda cierta similitud con el amor que sentía por mi aquella dama del alba pecadora que el pasado sábado me dijo chato. Porque desde luego ni eso era amor ni lo del Rubalcaba del PSOE se puede considerar una lección de democracia.